La composición nutricional de la uva varía de acuerdo con el tipo de que se trate (blanca o negra). En ambas destacan los azúcares, principalmente glucosa y fructosa, más abundante en las uvas blancas.
En cuanto a los minerales, la uva, principalmente la negra, es rica en potasio el cual es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal, e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
La uva está indicada para las personas con hipertensión arterial, pues posee un efecto diurético beneficioso. También se recomienda su consumo para las personas con gota, ya que favorece la eliminación del ácido úrico. Además, contiene elementos que protege el sistema cardiovascular.
Debido a que contiene fibra, combate el estreñimiento. En este sentido, se aconseja consumirla sin pelar y con pepitas, ya que allí es que se encuentran las sustancias que ayudan a regular el funcionamiento intestinal. Igualmente, las uvas refuerzan el sistema inmunológico.
Las uvas son poderosas antioxidantes que combaten los nocivos radicales libres los cuales que se encuentran relacionados con los procesos degenerativos, cáncer y el envejecimiento.